Las impresoras digitales comenzaron a aparecer en los 50’s, pero entraron con fuerza en los hogares en las décadas de los 90’s. A partir de ese momento la humanidad conoció una guerra con las hojas de papel que se atoraban, las manchas de tinta y la obsolescencia programada. Pero también llena de buenos momentos: imprimir fotos en casa, escanear documentos y otros usos. La vida útil de las impresoras es de apróximadamente 5 años y una buena pregunta es ¿Qué hacer con las impresoras viejas?

¿Vale la pena conservar las impresoras antiguas?

Según datos  Global E-waste Monitor 2024, México produce 18kg de basura electrónica por habitante al año y si esta tendencia continua, en 2050 produciremos 60 millones de toneladas al año, el volumen a nivel mundial. Las impresoras viejas contribuyen en gran parte a este problema, debido a una serie de componentes que son altamente contaminantes.

La mayoría guarda las impresoras viejas con la esperanza de volverlas a reparar o usarlas como refacciones.

El problema real es que no estamos reciclando las impresoras como deberíamos. Una gran parte de las impresoras antiguas y que ya no son funcionales, están actualmente resguardadas en hogares. Aunque la mayor parte termina en talleres donde las venderán por partes, llegará un momento en que serán desechadas y terminarán contaminando el medio ambiente.

¿Cómo afectan las impresoras al medio ambiente?

1. Contaminación del aire

• Partículas ultrafinas (UFPs): Las impresoras láser, al funcionar, emiten partículas microscópicas que pueden ser inhaladas y llegar a los pulmones.

• Compuestos orgánicos volátiles (COV): Toners y tintas liberan sustancias químicas como estireno o benceno en bajas concentraciones, que afectan la calidad del aire interior.

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2. Contaminación por residuos sólidos

• Cartuchos de tinta y tóner: Contienen plásticos, metales pesados y residuos químicos; si no se reciclan, tardan cientos de años en degradarse.

• Papel desperdiciado: La impresión innecesaria contribuye a la deforestación y al aumento de residuos urbanos.

3. Contaminación del agua y del suelo

• Derrames de tinta o tóner: Al desecharse incorrectamente, pueden filtrarse al suelo o cuerpos de agua, afectando ecosistemas.

• Metales y pigmentos tóxicos: Algunos cartuchos contienen óxidos metálicos que contaminan suelos.

¿Qué hacer con las impresoras viejas?

¿Qué hacer con las impresoras viejas? Lo primero es no tirarlas a la basura de forma directa, ya que contienen plásticos, metales y componentes electrónicos que no deben ir a la basura. Las empresas y oficinas deben contar con un proveedor de destrucción en sitio que gestione este tipo de recursos, sobre todo aquellas con un Programa de Empresa Socialmente Responsable (ESR).

Actualmente las impresoras pueden tener una segunda oportunidad, como este caso donde se realizan protesis con impresoras antiguas:

 

Antes de eliminar una impresora recuerda:

Eliminar datos personales: Borra trabajos o información guardada si la impresora tiene memoria.
Saca cartuchos de tinta/tóner: Muchos programas de reciclaje los aceptan por separado.
Evita tirarla a la basura común: Los componentes electrónicos liberan sustancias tóxicas si terminan en rellenos sanitarios.